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BEISBOL-Ex lanzador cubano Marrero, figura de Grandes Ligas, muere a los 102 años

LA HABANA (Reuters) - El cubano Conrado Marrero, el más veterano beisbolista que haya jugado en las Grandes Ligas de Estados Unidos, murió el miércoles en su casa de La Habana debido a varios padecimientos. Tenía 102 años. Marrero, quien estaba ciego, sordo y postrado en una cama, falleció alrededor de las 13:30 hora local (1730 GMT), dijo su nieto Rogelio Marrero por teléfono a Reuters. Era considerado una leyenda del béisbol internacional, y fue muy destacado en Cuba al compartir sus conocimientos como entrenador en la isla, donde decidió permanecer después de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro en 1959. Nacido el 25 de abril de 1911 -iba a cumplir 103 años el viernes- en un pueblo de la provincia central de Villa Clara, Marrero creció pobre y jugaba con un equipo improvisado, según una entrevista publicada en el 2011, en el sitio web del instituto de deportes de Cuba. "No tenía gran velocidad, practicaba lanzando naranjas, limones o pelotas de trapo. Y bateaba piedras", contó Marrero sobre sus niñez. Después de una carrera excepcional en Cuba en las décadas de 1930 y 1940, Marrero debutó en las Ligas Mayores a cuatro días de cumplir los 39 años, y brilló allí durante cinco temporadas. Rápidamente se convirtió en un destacado jugador, exhibiendo una elaborada técnica de lanzamiento. No tenía una recta contundente, pero tuvo éxito contra los temibles bateadores de las Grandes Ligas con una capacidad especial para apoyarse en los cambios de velocidad y dominar con su "slider", un envío raro en aquellos días. Se retiró de las Grandes Ligas con un récord de 39 victorias y 40 derrotas, con un promedio de efectividad de 3,67 carreras limpias permitidas, jugando para los Senadores de Washington. Aunque estaba prácticamente postrado en una cama desde que se fracturó la cadera en el 2011, el ex pitcher mantuvo su puro en la boca hasta el día final, aunque sólo para masticarlo. "Todavía tiene sus puros y el vino tinto, y si le traigo mujeres pues aceptaría también", dijo su nieto. "Esos fueron siempre sus grandes vicios", apuntó. Tras su retiro, Marrero se convirtió en asesor principal del deporte nacional de la isla, donde continuó trabajando como instructor con el uniforme del equipo de Granma, en la zona oriental del país, hasta mediados de la década de 1990. UNA LEYENDA Fue elegido para lanzar la primera pelota en la ceremonia inaugural previa al histórico partido de exhibición que en 1999 disputaron en La Habana equipo nacional de Cuba y los Orioles de Baltimore, de las Grandes Ligas. "Más que un caso excepcional, era una leyenda", dijo el especialista cubano Sigfredo Barros, quien ha colocado a Marrero en el panteón de los grandes del béisbol de Cuba junto a Adolfo Luque, Martín Dihigo, Minnie Miñoso y Omar Linares. "¿Cómo es posible que un hombre llegó a las Grandes Ligas a los 38 ó 39 años de edad, de 1,68 metros, con brazos cortos y manos pequeñas, y va a ganar 39 juegos para un equipo que era terrible?", destacó Barros. Al principio fue desestimado por los Senadores de Washington, pero Marrero fue capaz de ponchar a grandes bateadores como Ted Williams, Joe DiMaggio y Mickey Mantle. Los jugadores de Grandes Ligas llegaron a nombrarlo "Connie", aunque siempre fue Conrado en Cuba. "Connie Marrero tenía un movimiento en el box que parecía un cruce entre un molino de viento enloquecido y un pato en un intento de volar hacia atrás", escribió en su autobiografía en 1967 el ex jugador y mánager dominicano Felipe Alou. Marrero integró el equipo Todos Estrellas de la Liga Americana a los 40 años, junto a Satchel Paige, Tim Wakefield y Jaime Moyer, jugadores que a esa edad figuraron en el equipo de las estrellas. (Reporte de Nelson Acosta y Daniel Trotta. Editado por Luis Azuaje y Javier Leira)