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'Motorhome' artesanal y mentiras en el trabajo: todo vale para argentinos que van al Mundial

Un grupo de amigos de la ciudad argentina de Paraná posa junto a un viejo autobús que convirtieron en motorhome para viajar al Mundial, en octubre de 2013 (CORTESÍA DE MUNDIAL ANDANDO/AFP/Archivos | --)

La búsqueda de un autobús para transformarlo en una casa rodante y mentiras en el trabajo: cualquier rebusque es bueno para argentinos que ven en Brasil-2014 su primera oportunidad de cumplir con el sueño de asistir a un Mundial. "Somos financieramente incorrectos y necesitamos un plan de pago especial", fue como se presentó Juan Martín Alfieri, un comunicador social de 32 años, cuando en abril de 2013 y tras un año de búsqueda encontró un autobús que serviría para emprender el viaje al país vecino junto a una decena de amigos. Este grupo de treinteañeros, oriundos de la ciudad argentina de Paraná, 460 km al norte de Buenos Aires y en camino a Brasil, logró su cometido y el proyecto fue bautizado "Mundial Andando". En un año de trabajo, el autobús de 55 asientos, en desuso pero bien de motor que adquirieron juntando 65.000 pesos (unos 8.000 dólares) fue transformado en el 'motorhome' (casa rodante) con 12 literas, una sala con sillones y una cocina-comedor. En ese vehículo, entre el 7 y 8 de junio, partirán a Brasil estos aventureros argentinos. "Fue un trabajo de desarme -parecía Kosovo-, revestimiento, montaje, instalación del sistema eléctrico, inscripción en regla", contó Alfieri a la AFP. El objetivo es Brasil pero "el delirio total" sería poder conservar el vehículo cuatro años más, "subirlo a un barco bajar en Lisboa e ir hasta Moscú para el Mundial 2018", afirmó este hincha de River que compartirá viaje con una mayoría de fanáticos del archirrival Boca Juniors, aunque está claro que la bandera albiceleste será tema excluyente. El grupo de viajeros se completa con Luis, un veterano de la guerra de Malvinas (1982), chofer y mecánico, que se sumó entusiasta al proyecto que esperan cerrar con broche de oro en el Maracaná el día de la Final, "ojalá que festejando con Argentina", dice Alfieri. Muchos otros contribuyeron solidariamente con trabajo o descuentos a la iniciativa cuya página en Facebook tiene casi 7.800 seguidores. - Sin boletos, a vivir el Mundial - La idea del grupo es estar en Sao Paulo para la inauguración de la Copa del Mundo el 12 de junio o ir directo a Rio tres días más tarde para el primer partido de Argentina ante Bosnia, y "luego rumbear hacia el norte". "Nos mentalizamos en que hay un Mundial adentro de las canchas y otro afuera", dice Alfieri sin perder la ilusión pese a no contar aún con boletos para ningún partido, difíciles de obtener sobre todo para ver a Lionel Messi y sus compañeros albicelestes. "No pudimos comprar entradas por el sistema de sorteos, pero ya sabíamos que eso iba a ser difícil.¡Pero ojo!, no andamos 'garroneando' (pidiendo gratis), queremos comprar las entradas pero tampoco pagar 20.000 pesos (2.500 dólares) como se venden por internet, eso es un abuso", señaló el aventurero. Una marca de cerveza ofreció su respaldo al grupo que aceptó la ayuda pero "poniendo límite porque no quisimos que se apropie de la historia". - Un viaje oculto contra la 'mala vibra' - Ariel tiene 23 años y en agosto pasado decidió viajar al Mundial con tres amigos a los que conoce desde los 5 años, pero evita hablar del tema "para evitar la envidia y la 'mala vibra' (onda negativa), por temor a que se caiga todo", dice el joven que no quiere dar su apellido porque tampoco ha avisado en su trabajo. "Más cerca de la fecha les diré (a sus empleadores) que es un regalo de mi familia, aunque me lo pago todo yo. Espero que no me despidan", dijo a la AFP, rogando que no se revele su lugar de empleo por temor a perderlo todo antes de cumplir su sueño mundialista. Dos de sus amigos se quedarán hasta la Final pero Ariel regresará tras la primera ronda, dijo tras detallar que concretó el viaje con mucha antelación, incluso antes del sorteo de los grupos, para aprovechar promociones. Este apuro hizo que ninguno de los tres boletos obtenidos le permita ver a la selección de Alejandro Sabella y tendrá que conformarse con asistir a Alemania-Ghana en Fortaleza, otro partido que es "el menos vendido del Mundial", según apunta el joven, Grecia-Costa de Marfil y para la despedida presenciará Corea-Bélgica el 26 de junio en Sao Paulo. "Te da cierta decepción no poder ver a la selección (argentina) pero nuestro proyecto es disfrutar el Mundial. Queremos estar ahí en la fiesta mundial del fútbol", dijo este hincha de Boca que creció "con una pelota bajo el brazo", jugó en las inferiores de Argentinos Juniors y Almagro pero dejó el fútbol porque "era un poco vago para entrenar".